miércoles, 9 de noviembre de 2011

MESA DEL LAICADO EN NUESTRA PARROQUIA

Comparto con vosotros las conclusiones de los 5 grupos de reflexión sobre la mesa del laicado de nuestra parroquia.


1.    Conclusiones generales.
·         Todos por el bautismo somos Iglesia. Por tanto debemos sentirnos parte de ella afectiva y efectivamente.
·         Nuestro ser Iglesia lo vivenciamos cotidianamente en la parroquia, nuestra comunidad de fe, donde vivimos la experiencia del encuentro con Dios y el gozo de la comunidad.
·         La parroquia la formamos todos: laicos, consagrados y sacerdotes. A todos nos corresponde diseñar sus caminos pastorales, para que sea una comunidad que anuncie, celebre la fe y sirva a los pobres. Todos debemos sentirnos importantes y necesarios en la parroquia, opinando y participando activamente en su misión.
·         Evangelizar es nuestra misión. Debemos salir a la vida del pueblo y  a las casa de las gentes para llevar a Cristo. Estar presente en los ambientes para transformarlos, siendo fermento en medio de la masa.
·         Los ambientes propio del compromiso de los laicos son la familia, el trabajo, la cultura, los Medios de Comunicación, los jóvenes, los pobres y los mayores.
·         Tenemos que acercarnos urgentemente al mundo de los alejados, a aquellos que no creen y pasan de la iglesia.
·         Esta misión será más efectiva si somos coherentes entre lo que creemos y vivimos (testimonio), si estamos bien formados (para dar razón de nuestra esperanza), si somos comunidad fraterna (que todos sean uno para que el mundo crea) y vivimos abiertos a lo que Dios nos pide, contando siempre con su fuerza (experiencia del encuentro con Dios en la oración y los sacramentos).


2. ALGUNAS ACCIONES

·         Preocuparnos por la formación.
·         Dar más participación a los laicos en la toma de decisiones.
·         Delegar responsabilidades en los laicos.
·         Potenciar los movimientos que animen al apostolado en los ambientes.
·         Tener una asamblea parroquial donde se dé a conocer los movimientos y servicios que hay, y se realizan en ella.
·         Potenciar las reuniones con los padres de los catecúmenos para hacerlos conscientes del papel fundamental que juegan en la evangelización de su familia.


·         Potenciar la eucaristía del domingo como centro de la vida parroquial, buscando estrategias para que sean más amenas, más vivas y más participativas (poner en marchas el grupo de liturgia y animar a los niños-adolescentes-jóvenes  a participar en ella).